Bob Chapek asumió como CEO de The Walt Disney Company en uno de los momentos más difíciles de su historia. Aunque su gestión durante la pandemia del coronavirus estuvo marcada por ingresos decrecientes, algunas de sus decisiones fueron bastante controvertidas.
Una de las mayores controversias en torno a Chapek fue la polémica «Don’t Say Gay» y un modelo de exhibición improvisado que relegó varias películas a un estreno directo en Disney+. Tal fue el caso de «Viuda Negra» en 2021. La película, originalmente programada para estrenarse en cines, fue lanzada en Disney+ debido a la pandemia, incumpliendo así el acuerdo con Scarlett Johansson.
Johansson, que esperaba una compensación adicional por el estreno en cines, decidió demandar a Disney cuando esto no ocurrió. La respuesta de Chapek fue calificar la actitud de Johansson de «insensible» respecto a las dificultades pandémicas, lo que empeoró la situación. La opinión pública se puso del lado de Johansson, y el conflicto se resolvió cuando ella y Disney llegaron a un acuerdo.
Estas controversias contribuyeron a la salida de Chapek, siendo reemplazado por Bob Iger. A pesar de estos meses turbulentos, Johansson ha reflexionado recientemente sobre el litigio en una entrevista con el New York Times. La actriz, quien protagoniza junto a Channing Tatum «Fly Me to the Moon», expresó que se ha reconciliado con Disney, aunque sigue siendo consciente de lo abusivo que fue su comportamiento.
“No les guardo rencor. Creo que fue una mala decisión y un mal liderazgo en ese momento. Me pareció muy poco profesional, todo lo ocurrido”, declaró Johansson. Añadió que se sintió decepcionada y esperaba llegar a un acuerdo antes de que su equipo le dijera que debía tomar medidas legales.
Después de resolver el conflicto con Disney, Johansson se vio envuelta en otro proceso legal contra OpenAI. La empresa de inteligencia artificial había desarrollado una app con una voz extremadamente similar a la suya, lo que llevó a Johansson a demandar nuevamente y a ganar el caso.
La actriz comentó que quería evitar «formar parte del debate sobre la IA», pero terminó involucrándose debido a lo perturbador de la situación. “¿Cómo me vi envuelta en esto? Era una locura, estaba muy enfadada”, aseguró. Al preguntarle si Sam Altman, CEO de OpenAI, sería un buen villano de Marvel, Johansson respondió con humor: “Supongo que sí. Tal vez con un brazo robótico”.
