El precio del oro alcanza un récord histórico de más de 2.500 dólares por onza
El viernes, la cotización del oro, considerado un activo refugio, alcanzó un récord histórico al superar los 2.500 dólares por onza, impulsado por las expectativas de recortes en las tasas de interés en Estados Unidos y los riesgos geopolíticos globales. A las 14:00 GMT, el oro se cotizaba a 2.487,50 dólares por onza, tras haber alcanzado un máximo histórico de 2.500,16 dólares. El récord anterior databa de mediados de julio.
Este aumento en el precio del oro se vio favorecido por datos que reflejan un bajo dinamismo en el sector de la construcción de viviendas nuevas en Estados Unidos durante julio, sugiriendo posibles debilidades en la economía estadounidense. Las expectativas de una recesión en la primera economía mundial han llevado a los mercados a anticipar recortes de tasas por parte de la Reserva Federal (FED).
Según Fawad Razaqzada, analista de City Index, la caída en los rendimientos de los bonos y del dólar, en un contexto de posibles recortes de tasas, ha beneficiado a activos con rendimientos bajos o nulos, como el oro. Además, Carsten Fritsch de Commerzbank señala que el oro sigue siendo demandado como “valor refugio” debido a la tensión geopolítica global.
En Oriente Medio, los esfuerzos diplomáticos se intensifican para lograr una tregua en la Franja de Gaza, donde se han producido diez meses de guerra entre Israel y Hamás, y para evitar un conflicto regional tras las amenazas de Irán. Estas tensiones también han contribuido al aumento en la demanda de oro.
Ruben Ferreira, analista de FlowCommunity, destaca que la debilidad del dólar y la caída en los rendimientos de los bonos del Tesoro han mantenido los precios del oro cerca de sus máximos históricos. Los datos más suaves del índice de precios a la producción (IPP) en EE.UU. han respaldado las especulaciones sobre un posible recorte de 50 puntos básicos en septiembre. La atención de los inversores sigue centrada en los datos sobre el índice de precios al consumo (IPC) y las ventas minoristas en EE.UU., que podrían proporcionar más pistas sobre la política monetaria de la FED.
La incertidumbre geopolítica en Oriente Medio y Europa del Este sigue impulsando la demanda de oro como activo refugio, con el potencial de aumentar aún más si las tensiones internacionales se intensifican.