Un turista y paleontólogo aficionado hizo un sorprendente hallazgo mientras estaba de vacaciones en Varna, Bulgaria: un sarcófago romano de 1700 años de antigüedad estaba siendo utilizado como mesa en un bar de playa. El descubrimiento ocurrió en el establecimiento Radjana Beach, ubicado entre las playas de San Constantino y Santa Elena.
El turista, al notar el ataúd de piedra de aspecto antiguo, alertó a las autoridades locales. Tras la inspección de arqueólogos, se confirmó que el objeto era un sarcófago romano decorado con tallas de guirnaldas, flores, uvas y cabezas de animales con cuernos, similares a bueyes.
Este cofre funerario, que mide un metro de alto, 2.5 metros de largo y 76 centímetros de ancho, había pasado desapercibido hasta entonces, siendo utilizado por los clientes del bar como una simple mesa. Una imagen tomada de Google Maps muestra a varios visitantes sentados alrededor de la reliquia, completamente ajenos a su verdadero valor histórico.
El sarcófago fue retirado del lugar y trasladado al Museo Arqueológico de Varna para su conservación. Su origen exacto sigue siendo un misterio. Las autoridades fiscales de Bulgaria han iniciado un proceso judicial por el uso indebido de este objeto histórico, mientras que la empresa propietaria del bar ha evitado hacer declaraciones al respecto.
El caso ha generado gran interés, no solo por el insólito contexto del hallazgo, sino también por las implicaciones legales y culturales que representa el uso inapropiado de reliquias históricas en espacios públicos.