“Tenemos que andar con los celulares escondidos o no salir con ellos porque en cualquier momento nos están atracando”. Eso afirma Luz Marina Monroy para hablar de una de las problemáticas que aquejan a los habitantes del barrio Martínez Martelo, que está junto al mercado de Bazurto.
Los vecinos enfrentan una serie de problemas diarios que son preocupantes. Las consecuencias sanitarias son evidentes: los desechos de la plaza comercial afectan los drenajes y cunetas, lo que favorece la proliferación de mosquitos y roedores que invaden patios y hogares, impactando especialmente a niños y ancianos.
Es importante mencionar que hace más de 14 años se emitió un fallo sobre una acción popular que ordenaba el traslado del mercado de Bazurto, pero este aún no se ha ejecutado. Hasta ahora, según Édgard Artuz, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Martínez Martelo, “ha sido solo un discurso vacío”.
Además, los residentes deben lidiar con alergias constantes y los olores desagradables que provienen de la ciénaga de Las Quintas. La situación se agrava con la presencia de microtráfico y prostitución en el área.
