Jenna Gerwatowski jamás imaginó que una simple prueba de ADN cambiaría su vida y reabriría un caso de h0mic1dio sin resolver tras 27 años. En mayo de 2022, un detective contactó a Jenna para informarle que su ADN coincidía con el del “bebé Garnet”, un infante encontrado mu3rto en un pozo en Garnet Lake, Michigan, en 1997.
La prueba reveló que Jenna era sobrina del bebé, y su madre, Kara, resultó ser la media hermana del pequeño. Ambas descubrieron con sorpresa que Nancy Gerwatowski, madre de Kara y abuela de Jenna, era la principal sospechosa del caso. Según los fiscales, Nancy dio a luz sola en su casa y no buscó ayuda médica, lo que habría llevado a la mu3rte del bebé por asfixia.
Nancy enfrenta gr4ves cargos que podrían derivar en cadena perpetua, mientras su defensa argumenta que el nacimiento fue inesperado y accidental. Jenna describe la experiencia como “tr4umática y estresante”, especialmente para su madre, quien no tenía contacto con Nancy desde los 18 años. El caso ha sacudido a la familia y a la comunidad, reviviendo un oscuro capítulo en su historia.
