Un reciente estudio publicado en el Journal of Science and Medicine reveló que tanto hombres como mujeres experimentan mayores niveles de estrés en casa que en el trabajo, especialmente cuando están a cargo del cuidado de sus hijos.
La investigación se basó en el análisis de los niveles de cortisol la hormona del estrés en una amplia muestra de trabajadores durante distintos momentos del día. Los resultados fueron contundentes: las personas presentan niveles significativamente más bajos de estrés cuando están en sus lugares de trabajo.
Los científicos explican que en el entorno laboral, las personas pueden concentrarse en una sola tarea a la vez, completar objetivos y mantener la atención, independientemente de su nivel de ingresos. En cambio, en casa suelen enfrentar múltiples tareas simultáneamente, especialmente cuando hay niños de por medio, lo que eleva considerablemente la carga mental.
«Estar en casa no siempre es sinónimo de descanso», concluyeron los expertos, señalando la necesidad de valorar el trabajo doméstico y el cuidado familiar como una labor exigente y altamente demandante.
