Líderes del mundo piden proteger la democracia tras atent4do contra Miguel Uribe Turbay

El atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, perpetrado durante un evento político en el barrio Modelia, al occidente de Bogotá, ha desatado una ola de condenas desde distintos rincones del mundo.
Gobiernos, líderes internacionales y organismos multilaterales han rechazado el ataque, al tiempo que pidieron fortalecer las garantías democráticas en Colombia.
Desde Washington, el embajador de Estados Unidos en Colombia, Francisco Palmieri, aseguró a través de su cuenta en X:
“La violencia política no puede tener lugar en una democracia. Condenamos el atentado contra Miguel Uribe Turbay y esperamos su pronta recuperación”.
En Europa, la vicepresidenta del Gobierno de España, Yolanda Díaz, expresó su “solidaridad con la familia del senador Uribe y el pueblo colombiano”, y subrayó que “la protección del pluralismo político es un deber esencial de todos los Estados democráticos”.
A nivel regional, el presidente de Chile, Gabriel Boric, también se pronunció: “América Latina ha sufrido suficiente violencia política. Nuestra región debe defender con firmeza el disenso pacífico”.
En la misma línea, el expresidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, calificó el atentado como “un retroceso lamentable” y expresó su respaldo a las víctimas.
Desde Ginebra, la Alta Comisionada Adjunta de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, declaró:
“La comunidad internacional observa con preocupación los riesgos que enfrentan quienes participan en la vida política en Colombia. Urge una investigación rápida, transparente y sanción ejemplar a los responsables”.
En Bogotá, la Embajada de Alemania también se sumó a las voces de condena y, a través de un comunicado oficial, advirtió que “la seguridad de los líderes políticos es esencial para preservar el diálogo democrático”, al tiempo que propuso avanzar hacia un pacto nacional contra la violencia electoral.
El atentado, que mantiene a Miguel Uribe Turbay en estado delicado, ha encendido alertas sobre la creciente polarización y los desafíos que enfrenta la democracia colombiana de cara al próximo ciclo electoral.