Colombia

Alerta en Bogotá: según estadísticas, en el último año se habrían registrado más de 500 robos de mascotas

A pesar de que las autoridades locales y regionales han reportado una baja significativa en los porcentajes de delitos en las principales ciudades del país, a través de las redes sociales cada vez es más común encontrarse con denuncias ciudadanas de personas a las que les han robado sus animales de compañía.

Según algunas organizaciones dedicadas a la protección y el bienestar animal, tan solo en el último año se han registrado más de 500 robos de mascotas en Bogotá.

Estas cifras no son oficiales ya que muchas personas no denuncian por desconocimiento o por miedo de que puedan hacerles daño a sus animales de compañía.

En consecuencia, se trata de un delito del cual no se conocen cifras oficiales a nivel nacional. Sin embargo, vale la pena estar atento y seguir una serie de recomendaciones para evitar que tanto las familias como las mascotas sean víctimas de esta modalidad de hurto y secuestro.

Tal es el caso de Juan Diego Méndez, a quien le arrebataron a su mascota Parker en un parque concurrido de Bogotá a finales de marzo.

El cuidador relata: “me encontraba haciendo ejercicio en el Parque El Virrey por la mañana con mi perro cuando, de repente, dos sujetos armados y en moto se acercaron a mí y como no tenía ni celular ni dinero en efectivo, decidieron llevarse mi mascota”.

Posteriormente, empezó a recibir llamadas y correos electrónicos en los que le enviaban fotos de la mascota y le pedían una suma considerable de dinero para devolver a su perro Boston Terrier de 6 años.

“No supe cómo actuar y tampoco a qué autoridad acudir, entonces solo recurrí a la solidaridad de las redes sociales, pero no obtuve respuesta”, añade.

Tras esta aparentemente nueva modalidad de delito se esconde una mafia dedicada al hurto, secuestro, extorsión y reproducción de las mascotas.

Según los investigadores, las bandas dedicadas a estos delitos conocen muy bien a sus víctimas e identifican las razas que tienen más valor no solo emocional, sino también económico, ya que, en muchas ocasiones, cuando el animal no está esterilizado, los utilizan para la reproducción y posterior venta de las crías.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba