Billonario australiano ha anunciado que quiere construir una réplica del Titanic y recorrer la ruta original
El deseo de revivir leyendas nunca pasa de moda, y el último proyecto del excéntrico magnate australiano Clive Palmer es prueba de ello.
Con el anuncio de su tercer intento en una década, Palmer busca construir una réplica exacta del Titanic, el mítico transatlántico británico que se hundió en su viaje inaugural en 1912.
El Titanic II, nombre asignado a esta réplica, no solo promete ser una fiel recreación del original en diseño interior y de cabina, sino también una fusión de lujo y tecnología del siglo XXI.
El propio Palmer, conocido por su parque de dinosaurios animatrónicos en Queensland, describe este barco como ‘el barco del amor’, destacando su estilo y lujo incomparables.
Este proyecto, a cargo de la empresa de cruceros Blue Star Line, tiene como objetivo principal ofrecer a sus pasajeros un viaje en el tiempo, permitiéndoles experimentar de primera mano la opulencia y esplendor de la vida a bordo del Titanic original.
El Titanic II, de 269 metros de eslora, tiene capacidad para transportar aproximadamente a 2.435 pasajeros.
Su diseño incorpora nueve niveles, con cabinas lujosas, comedores, piscinas, un salón de baile y hasta un casino. Esta ambiciosa recreación del Titanic busca capturar la esencia de la era dorada de los viajes transatlánticos, manteniendo, eso sí, un enfoque moderno en la seguridad y tecnología.
El proyecto Titanic II, más allá de ser un homenaje a una época pasada, representa el esfuerzo por unir el pasado y el presente.
La promesa de una experiencia única, combinando la majestuosidad de un transatlántico del siglo XX con la seguridad y tecnología modernas, sin duda captura la imaginación de muchos.
Queda por ver si este sueño se convertirá en realidad, y si así fuera, cómo será recibido por un público que oscila entre el entusiasmo nostálgico y el escepticismo prudente.