Los autos voladores ya no son fantasías cinematográficas. China aprueba los primeros taxis aéreos del mundo. El gobierno del país asiatico emitió una certificación para una cabina voladora eléctrica autónoma.
Dicho certificado, otorgado a la startup china EHang, certifica la seguridad y la aeronavegabilidad de estos nuevos medios de transporte. Así, la compañía cuenta con el primer eVTOL (avión eléctrico de despegue y aterrizaje vertical) del mundo al que se le ha concedido dicha licencia.
Medios internacionales mencionan que esto podría señalar la inminente luz verde para la operación comercial de este tipo de máquinas en el país. Al recibir la certificación, la compañía dijo que estableció un punto de referencia para las certificaciones de aeronavegabilidad para eVTOLS en China y más allá, además de servir como un “hito histórico para las operaciones comerciales de UAM”.
El certificado se emitió para el sistema de aeronave no tripulada EH216-S de la compañía, después de pasar por un proceso de validación que incluyó extensas pruebas de laboratorio, en tierra y de vuelo en sitios de prueba en múltiples ubicaciones en China.
Para otorgar este permiso, las autoridades chinas probaron la resistencia estructural, la resistencia a las llamas, la resistencia a los choques, la toxicidad del gas y la simulación de software, entre una variedad de otros factores.
El vehículo eléctrico biplaza vuela gracias a varios rotores pequeños y puede alcanzar una autonomía máxima de unos 30 km, con una velocidad máxima diseñada de 130 km/hora. La compañía, valorada en aproximadamente US$1000 millones, tiene planes de expansión internacional el próximo año y una visión de que los taxis aéreos serán comunes en muchas ciudades en unos cinco años.
“Esperamos ser los primeros en el mundo, a corto plazo, en lanzar la operación comercial de eVTOL con piloto automático”, dijo a la AFP Hu Huazhi, fundador y director general de EHang.
Cabe mencionar que en Europa, se están preparando taxis voladores eléctricos para los Juegos Olímpicos de París 2024. No obstante, las autoridades y reguladores todavía tienen que sumarse a ellos antes de que se dé el visto bueno.
