Nicole Verdier (29) nunca imaginó que terminaría vendiendo tortas para perros. Cuando su madre, Rocío Domínguez (60), le propuso la idea, su primera reacción fue de incredulidad. “Mami, ¿quién nos va a comprar una torta para perros?”, le decía Nicole cada vez que Rocío insistía. Pero su madre, persistente, la convenció poco a poco, a tal punto que Nicole incluso dejó su trabajo en una empresa internacional para enfocarse en este curioso emprendimiento.
Chumbis, ubicada en el barrio de Caballito en Buenos Aires, es una pastelería que a simple vista parece para humanos, pero sus productos están especialmente diseñados para perros. Desde tortas y galletas hasta medialunas, todo es saludable y sin conservantes. “Todo está hecho con ingredientes naturales, no usamos azúcar ni sal”, explica Nicole. Los colores provienen de ingredientes como la remolacha, y el “chocolate” no es más que harina de algarroba.
La pandemia fue el impulso que necesitaban. Tanto Nicole como Rocío se encontraron en casa, sin poder trabajar, y decidieron darle una oportunidad seria a su idea. Lo que empezó como un pequeño proyecto terminó por convertirse en un éxito rotundo. La gente acude al local no solo para comprar, sino también para mimar a sus mascotas, que reciben bocaditos y cariño al por mayor. “Los perros recuerdan el lugar y se desesperan por entrar”, dice Rocío con una sonrisa.
Chumbis no es solo un negocio, es un reflejo del inmenso amor que las personas sienten por sus mascotas. Cada cliente, sin importar su edad o estilo de vida, tiene algo en común: la devoción por su perro.
@chumbis.ok
