Contador declarado culpable por los delitos de fraude y hurto agravado por la confianza
En el año 2015 importantes sumas de dinero fueron sustraídas de sociedades de inversiones y negocios.
Las empresas afectadas por este delito incluyen Inversiones y Negocios Miramar SAS, Proyectos Ideales SAS, Miramar Travel SAS y Hotel Sport Barú SAS propiedad del empresario Colombo Italiano Giacomo Thiele.
La compleja trama contable fue orquestada por el contador RAFAEL SEGUNDO LOPEZ ARANA quien trabajaba para dichas sociedades y que finalmente ha sido declarado culpable por el Juzgado Octavo Penal del Circuito. El veredicto fue anunciado el pasado 31 de mayo en una audiencia que dejó clara su responsabilidad en los hechos perpetrados por Lopez Arana quien se encontraba hasta hace poco trabajando en reconocidas empresas contables de la ciudad ñ.
El hurto en cuestión consistió en diversas suplantaciones de declaraciones de impuestos y múltiples desvíos de ingresos de las diferentes empresas dedicadas al negocio inmobiliario y turístico. Estas acciones fraudulentas permitieron a López Arana apoderarse de una cantidad significativa de dinero perteneciente a Giacomo Thiele y sus empresas.
El reconocido abogado penalista Ricardo Morales Cano, en defensa de la víctima, dio inicio a sus declaraciones con la frase: «La verdad solo requiere tiempo para ser escuchada». Morales Cano manifestó que después de años de exhaustivas investigaciones, interrogatorios, peritajes contables y cientos de horas de audiencias, durante las cuales se presentaron todas las pruebas recopiladas en la etapa investigativa, hoy se ha logrado obtener un resultado que permita hacer justicia.
Hoy, López Arana enfrenta las consecuencias de su apropiación indebida, dejando un mensaje claro: el crimen no paga. Su sentencia representa un avance en la lucha contra la corrupción y el fraude, enviando un mensaje contundente de que aquellos que intenten aprovecharse de los demás serán llevados ante la justicia.
Se espera que este veredicto marque el inicio de un camino hacia la recuperación de los recursos sustraídos y la reparación del daño causado. Con este importante paso, se espera que se sienten precedentes en la lucha contra los delitos financieros y que la justicia continúe persiguiendo a aquellos que buscan enriquecerse ilícitamente a costa de otros.