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Crucero llega a Nueva York con una ballena gigante sin vida atascada en su proa

 

 

El incidente en el Puerto de Brooklyn, Nueva York, donde un crucero de MSC Cruises llegó con una ballena sei de casi 13.5 metros de longitud muerta en su proa, ha dejado a los neoyorquinos atónitos. Este tipo de ballenas, que están en peligro de extinción y prefieren las aguas profundas lejos de la costa, rara vez se ven involucradas en incidentes de este tipo.

Sidney Sterling, director de relaciones mediáticas de MSC Cruises, expresó su pesar por el suceso y aseguró que se contactó de inmediato a las autoridades pertinentes para investigar el caso. Confirmó que se descubrió la ballena en la proa del barco mientras se aproximaba al puerto de Nueva York y se notificó de inmediato a las autoridades para llevar a cabo una investigación.

La NOAA, a través de su portavoz Andrea Gómez, confirmó la identificación de la ballena sei y anunció una investigación para esclarecer las circunstancias de su muerte. Se trasladó la ballena a Sandy Hook, Nueva Jersey, para realizar una necropsia y determinar la causa exacta de la muerte. Se observaron daños en la aleta derecha y en la región del omóplato derecho, lo que sugiere un impacto considerable, pero aún se desconoce si la ballena estaba viva al momento del choque con el crucero.

MSC Cruises ha subrayado su compromiso con la conservación marina y su disposición para colaborar con las autoridades y organizaciones de conservación. Destacaron que sus oficiales en cubierta son capacitados para evitar colisiones con la vida marina, incluyendo la alteración de itinerarios en ciertas regiones conocidas por la presencia de ballenas.

La recolección de muestras durante la necropsia proporcionará información valiosa para determinar la causa de la muerte y mejorar los protocolos de prevención en el futuro.

El sei, uno de los mayores cetáceos, consume grandes cantidades de pescado y plancton diariamente, puede crecer hasta 18 metros de longitud, pesar hasta 50 toneladas y vivir entre 50 y 70 años, según datos del Departamento de Conservación Medioambiental de Nueva York.

 

 

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