Donald Trump, conocido por su extravagancia, ha lanzado una peculiar iniciativa que está causando revuelo. El expresidente ha puesto en venta piezas de un traje que, según él, usó durante el debate presidencial del 27 de junio, donde afirma haber «noqueado» a su entonces oponente, Joe Biden. Trump asegura que este traje fue instrumental en el declive de Biden, quien posteriormente se retiró de la carrera presidencial.
El expresidente ha anunciado que se venderán 2,024 piezas de su traje, engastadas en tarjetas coleccionables físicas. Sin embargo, estas tarjetas solo estarán disponibles para quienes compren al menos 15 tarjetas digitales, que cuestan 99 dólares cada una, lo que eleva el precio total a 1,485 dólares. Estas tarjetas digitales muestran una imagen de Trump y son una especie de postal virtual.
Trump también ha ofrecido incentivos adicionales para los compradores más entusiastas. Quienes compren 75 tarjetas digitales en una sola transacción (7,425 dólares) recibirán, además de la tarjeta física con el pedazo de traje, una invitación para asistir a una cena de gala en el club de campo Júpiter en Florida, con la presencia del propio Trump. Si un comprador adquiere 250 tarjetas (24,750 dólares), se les otorgarán dos entradas para la cena, dos para una recepción previa, y dos tarjetas físicas con un trozo más grande del traje.
El expresidente ha calificado este traje como una «pieza de la historia estadounidense» y sostiene que la prenda simboliza su victoria en aquel debate. En un video publicado en redes sociales, Trump explicó que la gente se refiere a la prenda como el «traje noqueador», en referencia a su supuesto impacto en la campaña de Biden.
Biden, quien había esperado revivir su campaña durante ese debate, enfrentó duras críticas por su desempeño, lo que, según Trump, marcó el comienzo de su declive. El pasado 21 de julio, Biden anunció su retiro de la carrera presidencial y, en la reciente Convención Demócrata, cedió el liderazgo a Kamala Harris, quien en poco tiempo ha superado a Trump en las encuestas.
La venta de este traje no solo es una muestra más del estilo llamativo de Trump, sino también un intento por capitalizar un momento que él considera crucial en su enfrentamiento con Biden.
