El caso de Titán: el perro que usa cannabis medicinal para superar un trauma psicológico, esta es la historia
La respuesta llegó un día de 2020, mientras Titán y toda la familia cumplían el aislamiento obligatorio. Sandra comenzó a seguir a un nuevo veterinario en Instagram. ¿Aceite de cannabis para un doberman? ¿Por qué no?
Habían probado antidepresivos, estímulos de juego y olfato, cambios de dieta y hormonales, homeopatía, entrenamientos con dos especialistas y la resocialización con otros animales. Pero ni los viajes a Córdoba, Argentina, ni las otras terapias funcionaban para este perro de cinco años.
Para Titán, el trauma surgió una mañana en el parque. Estaba en la Plaza Irlanda, en el barrio porteño de Caballito, cuando otro perro le tiró al suelo y le mordió de una forma «muy violenta». Tenía poco más de un año y su manera de vincularse con otros perros se transformó por completo.
El veterinario a quien había encontrado por redes sociales le recomendó una terapia con cannabis. Durante tres meses, combinaron el adiestramiento con una dosis alta de cannabis full spectrum con predominancia de CBD, que le administraban diariamente en la encía, mediante un gotero.
El etólogo Nicolás Destéfano, el veterinario que logró que Titán volviera “a la vida normal”, participó este sábado del taller “Terapia Cannábica en Medicina Veterinaria” que se realizó en el marco de Expo Cannabis, la feria de cultivadores y consumidores de cannabis más importante del país.
“El aceite que se usa en animales es lo mismo que se puede usar en humanos”, indica Destéfano, aunque aclara que los perros o gatos “son más sensibles” y suelen requerir concentraciones cannabinoides más bajas. Eso sí: “No solo se usa aceite de CBD, que es lo que hoy está disponible para personas. La planta tiene más de 1.500 principios activos, de los que se utilizan en la actualidad unos 20. Y cannabinoides se usan entre 6 a 8 distintos. Eso va a depender de qué necesite el paciente y su patología”.