El gobierno de Afganistán prohíbe que las mujeres hablen en público bajo nueva ley islámica

El gobierno de facto de Afganistán ha implementado una nueva ley denominada «Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio», que impone el uso obligatorio del velo para las mujeres y prohíbe el sonido de la voz femenina en público, argumentando que estas medidas son necesarias para mantener la modestia en la sociedad.
Esta normativa es una de las aplicaciones más rigurosas de la ley islámica en el país hasta la fecha. La ley, compuesta por 35 artículos distribuidos en cuatro capítulos, abarca temas como el hiyab femenino, las vestimentas masculinas y las regulaciones para los medios de comunicación. Según el portavoz del Ministerio de Justicia, Barkatullah Rasooli, esta ley tiene como objetivo «ordenar lo correcto y prohibir lo incorrecto», así como «garantizar la paz y la fraternidad entre la gente».
En lo que respecta a las mujeres, la ley exige que cubran su rostro y cuerpo para evitar «causar tentación», y prohíbe que hablen en público, canten, reciten, o utilicen micrófonos. Además, se prohíbe a los conductores transportar a mujeres adultas sin la presencia de un tutor masculino legal.
El ministro de la Virtud y el Vicio, Mohammad Khalid Hanafi, afirmó que la implementación de la sharia y el hiyab es «una línea roja» para el gobierno, y que no están dispuestos a negociar estos temas con nadie.
La ley también incluye restricciones para los hombres, como la prohibición del uso de corbatas, afeitarse o recortar la barba por debajo de la longitud de un puño, y ciertos estilos de peinado, que se consideran violaciones de la ley islámica. Además, establece regulaciones para los medios de comunicación, obligándolos a alinearse con la sharia y prohibiendo cualquier contenido que pueda «humillar o insultar a los musulmanes», así como la difusión de imágenes de seres vivos.
Los talibanes justifican estas medidas basándose en la sharia islámica y en la escuela Hanafi, una de las principales corrientes de jurisprudencia sunita. Sin embargo, algunos expertos sostienen que los talibanes no siguen estrictamente ninguna escuela jurídica específica, sino que aplican una interpretación rigurosa y fundamentalista de la ley islámica.