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Estudio revela que 16,4 millones de estadounidenses creen que la leche con chocolate proviene de vacas marrones

No es una broma, aunque pueda parecerlo. Un estudio reciente realizado por el Centro de Innovación de los Estados Unidos ha arrojado un dato sorprendente y preocupante: el 7% de los estadounidenses cree que la leche con chocolate proviene de vacas marrones. Así lo informó el prestigioso diario *The Washington Post* en su edición digital.

Aunque el porcentaje puede parecer pequeño, la cifra es impactante cuando se traduce en números absolutos: alrededor de 16,4 millones de personas en Estados Unidos creen en esta curiosa idea, lo que equivale a la población total de Pensilvania o, en España, a la suma de todos los habitantes de Andalucía y Cataluña.

Esta encuesta, que en un principio generó más de una sonrisa, ha sido recibida con preocupación por diversas asociaciones estadounidenses, como FoodCorps. Según declaraciones de Cecily Upton, cofundadora de esta organización, esta falta de conocimiento no es un fenómeno reciente, sino que ya se había manifestado en estudios anteriores. En los años 90, por ejemplo, se reveló que 1 de cada 5 adultos no sabía que las hamburguesas se hacen con carne de res.

Upton señaló que la falta de educación sobre el origen de los alimentos está profundamente arraigada: «Ahora mismo estamos condicionados a pensar que si necesitas comida, vas a la tienda. Nada en nuestro marco educativo enseña a los niños de dónde proviene la comida antes de ese momento», explicó.

Otro estudio reciente respaldó estas preocupaciones al mostrar que más de la mitad de los niños de cuarto, quinto y sexto grado no sabían que las cebollas o la lechuga crecen en la tierra, y que 3 de cada 10 desconocían que el queso se hace con leche.

Nutricionistas y reformadores del sistema alimentario han enfatizado la importancia de enseñar estas lecciones básicas para educar a los niños sobre una alimentación saludable. Esta educación es crucial para combatir problemas como las enfermedades cardíacas y la obesidad, pero los resultados de estos estudios indican que aún queda mucho trabajo por hacer.

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