Farándula

Evaluna Montaner revela que recibió un duro pronóstico médico en su niñez que, pensó le arrebataría un sueño

A incios de mayo, Camilo dijo que Evaluna es una «barrigona de amor», el joven matrimonio está a semanas de que llegue su segundo hijo, Amaranto. Los padres de Índigo no han revelado cuándo nacerá el nuevo integrante de la familia, pero se espera que sea a más tardar a inicios de agosto.

En un viaje a España, el cantante y la actriz concedieron una entrevista al programa ‘El Hormiguero’ en donde narraron que Evaluna vivió momentos adversos en su pasado, en especial porque tuvo un pronóstico médico que no le fue nada favorable en su niñez.

De acuerdo con Camilo, a su esposa un grupo de médicos le dijo que no podría ser mamá, incluso le indicaron que si deseaba tener niños debía buscar otras alternativas.  «Desde muy pequeña, recibió un diagnóstico médico que le decía que no podría tener hijos», dijo.

Los pronósticos de los especialistas eran sumamente desoladores, pues fueron enfáticos: «No vas a tener hijos y vas a tener que pensar en otras opciones como adoptar», recordó el compositor. A pesar de que el diagnóstico fue claro, Camilo dijo que Evaluna siempre sintió en su corazón que quería ser mamá.

El compositor incluso mencionó que hablaron del tema. «Ella me decía: ‘Tengo un diagnóstico que dice que no puedo tener hijos, pero no acepto eso y estoy segura de que voy a ser mamá’. Entonces, cuando nos casamos, dijimos: ‘Bueno, cuando Dios quiera, llegarán».

Lo cierto es que los médicos se equivocaron en su desoladora proyección y una prueba de ello es que la intérprete debutó como mamá hace dos años al traer al mundo a Índigo. Además, la hija de Ricardo Montaner con mucho orgullo presumió su pancita de embarazo en bikini.

El músico añadió que los dos fueron muy positivos en sus deseos y, por ello, trabajaron para que fueran realidad. Incluso, Evaluna se comparó con una vaca, pues añoraba poder darle leche a su bebé, fue entonces que se autonombró como ‘vaca lechera’.

«Literalmente teníamos un diario en el que escribíamos todos los días y orábamos por su fertilidad. Yo le decía a Dios ‘permítele a mi esposa que sea una vaca lechera’. Y cuando nació Índigo, se pegó a la teta de una vez y fue superfácil», recordó.

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