«Hay vídeos, intentaron ocultarlo todo»: Nacho Vidal podría enfrentar 7 años de cárcel por el ritual del sapo bufo
El actor porno Nacho Vidal se enfrenta a 7 años de cárcel por el ritual del sapo bufo que llevó a la muerte al fotógrafo José Luis Abad. Los hechos tuvieron lugar en el domicilio que Nacho Vidal tiene en Enguera (Valencia) el 28 de julio de 2019. En esa casa se realizó un ritual en el que la víctima consumió la sustancia conocida como ‘sapo bufo’ después de haber tomado cocaína, sustancias incompatibles.
La Audiencia Provincial de Valencia ha revocado el sobreseimiento del caso tras estimar la apelación de dos acusaciones particulares. Una de ellas es la del hermano de la víctima. Según el auto de la audiencia a Nacho Vidal se le atribuye un conocimiento especial sobre estas ceremonias.
Se establece que es Nacho Vidal quien dispone la dosis en una pipeta de cristal, sustancia que sacó el investigado de un mueble de su cocina. Prosigue el auto de la audiencia que el actor porno conocía la toxicidad de la sustancia.
Señala la abogada penalista Beatriz de Vicente que la acusación particular pretende que los hechos sean juzgados como un homicidio doloso pero la propia Audiencia dice que él no pretendía matar. Sí cree la letrada que se puede establecer que en el ritual se cometieron errores que llevaron al homicidio. «Hay vídeos que demuestran que intentaron ocultarlo todo», señala la abogada.
Una de las claves del caso es quién trae la toxina y quién la administra. En la vivienda hay una cámaras que graban todo. Nacho Vidal dijo en su declaración que ya había advertido a la víctima de que no podía consumir cocaína en las horas previas al ritual.
La víctima le dice a la hermana de Nacho Vidal, según mantiene Beatriz de Vicente, que el día anterior tomó unas rayas de cocaína estando de fiesta. «La Audiencia dice que el consumo entre particulares es legal el problema es cuando tú invitas a otro y robas unos conocimientos que en realidad no tienes», señala.
El abogado de la víctima cree que la responsabilidad de Nacho Vidal sobre la muerte del fotógrafo es directa y él ha sido el autor y partícipe principal del fallecimiento. Su objetivo en el procedimiento es «que la gente vea que este tipo de rituales hay que rechazarlos y que se haga justicia». Añade Beatriz de Vicente que la Audiencia está calificando el caso como un homicidio imprudente porque Nacho no quería esa muerte pero han infringido el deber de cuidado y se manipuló la escena. «Se piden 4 años por homicidio imprudente y 3 por delitos contra la salud pública porque es una toxina que no podían manipular», explica.