Un hombre de 28 años en el pequeño poblado de Sindos, Grecia, fue sentenciado a un mes de prisión, con suspensión de la pena, tras ser acusado de entrar a escondidas en casas vecinas para oler sus zapatos. El juez dictó la sentencia luego de varios episodios en los últimos seis meses en los que el hombre fue sorprendido realizando esta conducta.
El caso culminó el 8 de octubre cuando fue detenido antes del amanecer, tras ser descubierto oliendo zapatos que una familia había dejado afuera para ventilar. A pesar de las quejas previas, el comportamiento inusual continuó, lo que llevó al tribunal de Salónica a tomar medidas.
Durante el juicio, el acusado expresó sentirse avergonzado y reconoció no entender la razón de sus acciones. Los vecinos, aunque inquietos, afirmaron que nunca mostró signos de agresividad. Como parte de la sentencia, el tribunal ordenó que el hombre asista a sesiones de terapia, con la esperanza de abordar su comportamiento.
