Imane Khelif gana el oro Olímpico: Su pueblo celebra en medio de la controversia sobre género
En vísperas de la final olímpica de la boxeadora argelina Imane Khelif, su pequeño pueblo natal, Biban Mesbah, se ha volcado en una movilización sin precedentes. A pesar de las elevadas temperaturas, los habitantes del pueblo, situado a 10 kilómetros de Tiaret, están unidos en su esfuerzo por transformar la comunidad en apoyo a Khelif, quien ha enfrentado una polémica sobre su género en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Desde primeras horas de la mañana, los hombres se han dedicado a limpiar el pueblo, mientras las mujeres preparan un gigantesco cuscús para la gran noche de la final en la categoría de -66 kilos. Mounir Khelif, primo de la boxeadora, expresó: «Nos hemos unido para darle una nueva cara y vida al pueblo con la victoria de Imane», destacando el orgullo y la esperanza que su desempeño ha generado en la comunidad.
Se ha instalado una gran pantalla en el estadio local para que cientos de personas, incluidas muchas de otras localidades cercanas, puedan seguir el combate. Amina Saadi, madre de seis hijos, comentó cómo la comunidad ha trabajado unida: «Algunos han traído cuscús, otros aceite y verduras. Todos estamos detrás de Imane Khelif, quien ha honrado a Argelia».
La controversia en torno a Khelif comenzó cuando fue excluida en las semifinales del Mundial de Nueva Delhi 2023 debido a una prueba de elegibilidad de género, decisión tomada por la Federación Internacional de Boxeo (IBA). A pesar de estos desafíos, Khelif sigue adelante, compitiendo en sus segundos Juegos Olímpicos tras su debut en Tokio 2020.
El apoyo a Khelif se ha extendido más allá de su pueblo, con jóvenes artistas en Tiaret pintando su retrato en los muros de la ciudad. Su lucha contra los prejuicios de género y las dificultades económicas ha inspirado a muchos, especialmente después de que su padre se viera obligado a mostrar su partida de nacimiento para probar que nació mujer.
Imane, que proviene de una familia conservadora, ha enfrentado muchas barreras para llegar a donde está. Desde vender chatarra hasta ayudar a su madre a vender cuscús, ha hecho sacrificios significativos para financiar sus entrenamientos y cumplir su sueño olímpico. Ahora, su pueblo y todo Argelia esperan ansiosos el combate que podría consagrarla como campeona.
