Científicos de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH) y la NASA han descubierto nuevos datos sobre cómo el deshielo de los polos está influyendo en la rotación de la Tierra, un fenómeno que está ganando atención debido a sus implicaciones para el cambio climático.
Según el equipo de investigación, el calentamiento global está acelerando el deshielo en Groenlandia y la Antártica, y el agua resultante se desplaza hacia el ecuador. Esto provoca un cambio en la distribución de la masa de la Tierra, alterando su rotación. Benedikt Soja, catedrático de Geodesia Espacial en ETH Zúrich, compara este fenómeno con un patinador que cambia su velocidad al extender o contraer los brazos mientras gira.
El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), también sugiere que, en el futuro, el impacto del cambio climático en la rotación terrestre podría superar el efecto de las mareas causadas por la Luna. Si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando, el ritmo de rotación de la Tierra podría verse afectado de manera significativa, aumentando la duración del día en milisegundos.
Además, otro estudio publicado en Nature Geoscience el 12 de julio revela que el deshielo también está afectando el eje de rotación de la Tierra. Mostafa Kiani Shahvandi, autor principal del estudio, indica que el cambio climático podría influir incluso en el núcleo de la Tierra y en el movimiento polar, que es el desplazamiento de los polos celestes en relación con los geográficos.
Estos hallazgos se basan en modelos matemáticos y el uso de inteligencia artificial, y sugieren que las pequeñas alteraciones en la rotación terrestre deben ser consideradas en la navegación espacial. Soja advierte que, aunque estos cambios son mínimos, podrían afectar la precisión en los futuros viajes espaciales, como el aterrizaje de sondas en Marte.
