ColumnistaOpinión

La dinámica del like

Por: Enrique del Río González

Abogado, Magister en Derecho, profesor universitario, columnista

Las redes sociales tienen amplia influencia en los espacios online, por ese medio trafica mucha información que genera un canal de impacto en el marketing digital. Normalmente se crea contenido y este es difundido de manera inmediata motivando la reacción de los receptores a través de comentarios, redireccionamientos y en mayor medida mediante el famoso me gusta (like).

Esta acción normalmente demuestra aceptación, por lo menos formalmente, dado el significado literal, sin embargo, puede tener un trasfondo de desaprobación, envidias y odios, igual que en el mundo físico donde aveces la expresión de complacencia carece de sinceridad y encarna desprecio.

El like implica constante juzgamiento, aprobación o desaprobación, el manifiesto de una nueva forma de estratificación de la sociedad entre populares e invisibles.Darlo es físicamente fácil, enervar una fuerza mínima en un clic, pero su esencia suele ser bastante seria, mediante este, regularmente se aparenta simpatía, lo que permite serasociado con el contenido y por ello, ser valorado por seres reales o por sofisticados algoritmos que luego te surten de material que se consideran afín. La aceptación en este medio es un insumo vital para el cibernauta, la desaprobación equivale a la muerte en aquel sistema de cosas donde nada es lo que parece, pero sin duda tiene un reflejo directo en la realidad.

En ese universo virtual al igual que en el de formas, la omisión es un signo de acción; no dar un like entraña un significado, para activos en redes se relaciona con la negación de apoyo o simplemente la liberación inconsciente del egoísmo, en esa dialéctica se sobrevalora el costo de la aprobación personal, por lo que usualmente se castiga con la cruel actitud de ignorar. Cuando se quiere acreditar un desaire no se muestra simpatía, mucho menos se comenta, pues aquello representa la máxima atención e interés.

Un like vale poco o mucho según quien lo emita, aunque generalmente la cantidad indica popularidad y por eso los buscan sin importar el modo. Obvio, las redes sociales mutaron en un modelo de negocio en el que el número de seguidores e interacciones significan dinero, por eso los influenciadores o aspirantes a esa condición hacen cualquier tontería con tal de ganar fama de la buena o de la mala, con ambas se monetiza y para ese menester dentro de la banalidad, el fin justifica los medios.

Como toda manifestación humana el like representa la materialización del espíritu, de las pasiones, ideologías, amores y odios. Salvo los actos reflejos, somos lo que demostramos mediante acciones y omisiones, estas nos definen diáfanamente aun en aquel mundo inconstante de la virtualidad; como dijo George Eliot: “Nuestras acciones hablan sobre nosotros tanto como nosotros sobre ellas”.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba