Internacional

Una bandada de Cisnes se drogan con amapolas en Eslovaquia a tal punto de no poder volar

Los agricultores de Komarnó, una ciudad del sur de Eslovaquia situada en la ribera del Danubio, se enfrentan a una desastrosa temporada por culpa de una bandada de cisne drogadictos.

Según han contado, el pasado mes de febrero llegaron a la zona varios cisnes, como lo hacen de manera habitual, y en pocas semanas había ya más de 200 pollos. Como cada año, se asentaron junto a los campos de amapolas, pero su comportamiento fue distinto. Las fuertes lluvias convirtieron la plantación de amapolas en una laguna de la que emergían los tallos con sus coloridas flores. Y los cisnes comenzaron a comérselas.

En poco tiempo se volvieron, literalmente, adictos. Las aves comenzaron a tener comportamientos extraños, estaban como drogadas, aturdidas y no podían volar. «Toda la planta de la amapola es tóxica excepto la semilla. Esos cisnes no lo reconocen y, por lo tanto, se dañan a sí mismos”, ha asegurado un agricultor al canal RTV.

«Hasta ahora, nunca habíamos visto cisnes comiendo ni siquiera un trozo de amapola», ha asegurado Bálint Pém, otro de los agricultores. Cuando descubrió que este año los cisnes comían estas flores pensó que era imposible porque la planta de la amapola es muy tóxica, ya que contiene alcaloides, agregó el agricultor.

El consumo de esta planta provocó que cientos de cisnes quedaran atrapados en el campo de amapolas y un mes mas tarde muchos de ellos habían muerto. «Vuelan a solo unos metros de distancia, se caen y el movimiento es como si estuvieran borrachos, drogados», añadió otro de los productores. «Los pobres están sentados aquí, a menudo miran de manera muy extraña», agregó Bálint.

Actualmente, los cisnes que han sobrevivido están siendo trasladados por los conservacionistas a centros de acogida para su desintoxicación, aunque no hay espacio suficiente para todos.

Al problema de la muerte de los cisnes, se une las pérdidas en la agricultura. Los cisnes drogados están destruyendo las cosecha y los daños se cifran ya en miles de euros. Además, en Eslovaquia, estas aves están protegidas por ley y los cultivadores no pueden hacer nada contra ellos.

Esta protección también impide a los productores poder pedir indemnizaciones al Estado por los daños causados en sus cosechas. «Los daños causados por estos animales protegidos rara vez ocurren en Eslovaquia, por lo que los cisnes no pertenecen a la lista de animales por los que el estado paga una compensación», ha explicado Tomáš Ferenčák, portavoz del Departamento de Medio Ambiente.

Las amapolas se utilizan se cultivan principalmente para uso alimentario y farmacéutico.

 

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