Una mujer australiana de 62 años logró el permiso de una jueza para obtener el esperma de su difunto esposo, al convencerla de que la pareja tenía la intención de tener un hijo antes de la muerte del esposo.
Documentos judiciales revelaron que la pareja comenzó a considerar la posibilidad de tener otro hijo después de que su hijo de 31 años falleciera en un accidente de tránsito en 2019.
Seis años antes, también perdieron a una hija de 29 años que murió ahogada durante un paseo de pesca.
Después de la muerte de su esposo el 17 de diciembre, la mujer solicitó a la morgue del hospital la obtención y conservación de su esperma, pero no se llevó a cabo.
Por lo tanto, buscó una orden urgente de la Corte Suprema de Australia Occidental.
La jueza Fiona Seaward concedió la autorización para la obtención del esperma, aunque aclaró que se requerirá otra orden judicial para su uso en procesos de fertilización.
