Columnista

La empresa como base del desarrollo

Por: Óscar Borja

Abogado, especialista en Derecho Constitucional 

Siempre he procurado opinar sobre hechos relevantes y de actualidad, con el propósito de fomentar el aprendizaje y el estudio de nuestra Constitución Política como libro sagrado de nuestra sociedad y generar opinión entre los lectores. He querido difundir esta reflexión cuyo autor desconozco, pero por su claridad y certeza, considero que debe ser mayormente conocida y compartida.

Ser empresario

“Ser empresario no es para cualquiera; tu familia te hará reclamos porque pasas mucho tiempo trabajando y poco te ven, los empleados te harán reclamos porque sentirán que los estas explotando sin entender que estas compartiendo el beneficio y no el riesgo, tu salud te hará reclamos porque habrá días en los que no comas ni duermas bien.

“Si las cosas salen bien te tendrán envidia, dirán que tuviste suerte, que hiciste fraude, que te lo regalaron. Si las cosas salen mal, dirán que eres un tonto, hablarán de como las cosas se deberían hacer, aunque ellos nunca lo hayan intentado siquiera.

“Si hay ganancias, si hay fama, tendrás muchos amigos, en su mayoría falsos. Si hay pérdidas, nadie te dirá: ¿necesitas ayuda?, ¿necesitas un préstamo, ¿te ayudo a recomenzar?”

“En general, familiares, clientes, proveedores, empleados, pareja; te criticarán, te culparán, te exigirán.

“Por ello, ser empresario es una de las labores más honrosas y dignas de admiración que existen. Hay mucho en juego y casi nadie lo valorará. Y aun así, tienes fe, luchas por un sueño y estás mejorando la vida, no solo la tuya sino de todos los involucrados. Muchos se preocupan por llevar comida a su mesa, tú, emprendedor, empresario, te preocupas por llevar comida a varias mesas, además de la tuya.

“Los partidos políticos, los funcionarios públicos, las grandes obras, todo se hace con los impuestos que pagamos. Por ello, emprendedores y empresarios, desde el que pone un abarrote, una carpintería, un taller, hasta los grandes emprendedores, ¡los felicito, los admiro, los aplaudo, los respaldo, los acompaño, los escucho! Y sobre todo están en mis oraciones, porque solo quien carga el saco, sabe lo que pesa.

Análogo a esta reflexión, cabe recordar que nuestra norma de normas, en su artículo 333, reconoce que la empresatiene una función social que implica obligaciones, y que además, el Estado fortalecerá las organizaciones solidarias y estimulará el desarrollo empresarial. 

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