Los niños que colaboran en las tareas del hogar tienen más posibilidades de ser exitosos cuando crezcan
Las tareas del hogar, como limpiar la casa, hacer la cama, tirar la basura y poner la ropa en la cesta, son responsabilidades diarias que todos deben asumir, independientemente de la edad o el sexo. Repartir estas tareas entre todos los miembros de la familia no solo aligera la carga de trabajo, sino que también inculca importantes valores educativos en los niños.
Un estudio realizado por la Universidad de Harvard, mencionado en el libro «Cómo criar un adulto» de Julie Lythcott-Haims, exdecana de la Universidad de Stanford, revela que los niños que participan en las tareas domésticas tienen mayores probabilidades de convertirse en adultos exitosos en su vida profesional. Además, involucrar a los hijos en las tareas del hogar desde temprana edad puede contribuir a reducir la brecha de género, ya que la desigualdad entre hombres y mujeres comienza muy pronto.
La investigación del Centro de Estudios Demográficos de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) publicada en 2019 demuestra que la desigualdad de género en las tareas domésticas es evidente durante la adolescencia. Las niñas dedican en promedio media hora más que los niños a estas tareas, y esta diferencia aumenta con los años, especialmente entre los 18 y 29 años.
Involucrar a los niños en las tareas del hogar es esencial no solo desde un punto de vista moral y ético, sino también práctico. Según Roger Ballescà, psicólogo infantil y coordinador del Comité de Infancia y Adolescencia del Colegio Oficial de Psicología de Catalunya (COPC), es justo que cada persona asuma responsabilidades en el hogar. Esta participación ayuda a los niños a organizarse mentalmente y a desarrollar un sentido de responsabilidad, haciendo que se vuelvan más autónomos.
Laura Aguilera, psicóloga infantil y fundadora de la web psicoayudainfantil.com, también subraya la importancia de la colaboración de los niños en el hogar. Ayudar en las tareas domésticas refuerza su autoestima y confianza, al verse como miembros valiosos y responsables dentro de la familia. Además, participar en estas tareas fomenta su desarrollo motor, mejora su capacidad de adaptación a nuevas rutinas y les prepara para afrontar nuevos desafíos en la escuela y en su vida social.
Inculcar a los hijos la responsabilidad de las tareas del hogar desde temprana edad no solo es beneficioso para el equilibrio familiar, sino también crucial para su desarrollo personal y profesional a largo plazo.
