Manual de la vitamina K: qué es, para qué sirve y cómo se aplica para reducir especialmente las ojeras
Las ojeras son una de las principales preocupaciones a la hora del cuidado de nuestra piel.
Sabemos que la vitamina C es un activo que ayuda a iluminar la zona, pero, ¿existe alguno que ayude a reducir su aspecto? La vitamina K es la respuesta.
Un activo no tan conocido, que deberíamos tener presente en nuestra rutina, y que trata las ojeras más oscuras, mientras que, aporta luminosidad a la zona.
Además, destaca por sus propiedades cicatrizantes y por ayudar a mejorar la circulación sanguínea. Por este motivo, la vitamina K se convierte también en un excelente activo para tratar la celulitis y mejorar la apariencia de las arañas cardiovasculares. En definitiva, un ingrediente todoterreno para el cuidado de la piel.
El ingrediente a fondo
Nombre científico: Fitomenadiona. Tipo de ingrediente: Antioxidante y antiinflamatorio. Origen: Vegetal.
Beneficios principales: Ayuda a favorecer el metabolismo celular y cuenta con propiedades antiinflamatorias.
Cuenta con propiedades antioxidantes y favorece la cicatrización de heridas al ser un activo astringente.
Quién lo puede usar: En el cuidado facial, está indicada especialmente para utilizarse en la zona del contorno de ojos y sobre todo en las ojeras porque reduce su apariencia. En la rutina: Se puede utilizar dos veces al día, sin ningún tipo de contraindicación.
Combina con: Funciona muy bien con otras vitaminas como la C y la E. Con el retinol, o vitamina A, también combina porque ayuda a absorber la vitamina K.
Evita con: No existen ingredientes que estén contraindicados a la hora de utilizarlos con la vitamina K.