Después de más de una década en venta, Michael Jordan ha logrado finalmente vender su impresionante mansión en Highland Park, situada en las afueras de Chicago. La propiedad, construida en 1995 durante los días dorados del exjugador con los Chicago Bulls, encontró un comprador después de varios intentos fallidos. Katherine Malkin, de la agencia Compass, confirmó la venta, aunque no dio más detalles sobre el acuerdo.
La mansión es una de las propiedades más notables de la zona, aunque difícil de vender debido a su estilo altamente personalizado. Construida sobre un terreno de tres hectáreas, la residencia cuenta con nueve dormitorios, 19 baños, una cancha de baloncesto cubierta y una sala de cigarros, distribuidos en más de 5.200 metros cuadrados. El famoso portón de entrada lleva el icónico número 23, que Jordan usó durante su carrera en los Bulls.
La saga de esta venta comenzó en 2012, cuando Jordan listó la mansión por primera vez, con un precio inicial de US$29 millones. A lo largo de los años, el precio se fue reduciendo significativamente, llegando a US$14,9 millones en 2015, donde permaneció hasta su reciente venta.
El mercado inmobiliario de lujo en Chicago ha tenido movimientos notables en los últimos meses, con propiedades vendiéndose por precios inferiores a lo esperado. El mes pasado, una mansión en Lincoln Park se vendió por US$15 millones, a pesar de haber sido listada inicialmente en US$50 millones.
Desde su retiro de los Chicago Bulls en 1999, Jordan ha mantenido una fuerte presencia en el ámbito deportivo y empresarial. Fue copropietario de los Washington Wizards y más tarde propietario mayoritario de los Charlotte Hornets, equipo que vendió el año pasado por US$3.000 millones.
