Tom Phillips, un padre que desapareció junto con sus tres hijos poco antes de Navidad de 2021, ha sido visto junto a ellos por primera vez en casi tres años a lo largo de la costa oeste de la Isla Norte de Nueva Zelanda. Phillips huyó con sus hijos, Ember, ahora de 8 años, Maverick, de 9 años, y Jayda, de 11 años, tras una disputa familiar con su madre, y desde entonces han estado viviendo en paradero desconocido, alejados del contacto con la sociedad.
El último avistamiento confirmado del fugitivo se remonta a noviembre del año pasado, cuando Phillips supuestamente robó una cuatrimoto de una propiedad rural y fue captado en imágenes de cámaras de seguridad entrando a una tienda para cometer un robo. En esas imágenes se veía a dos figuras caminando por la calle, quienes se cree eran él y uno de sus hijos, aunque no se pudo confirmar del todo en ese momento.
Un avance significativo en la búsqueda ocurrió recientemente, cuando Phillips y sus tres hijos fueron avistados por un grupo de cazadores de cerdos en una zona de tierras de cultivo en Marokopa, dentro de la región de Waikato, Nueva Zelanda. Los cazadores lograron grabar al grupo con sus celulares, describiendo a Phillips como un hombre de barba larga, portando un arma, mientras que los niños estaban enmascarados, “como si estuvieran preparándose para internarse en el bosque por un tiempo prolongado”. Este avistamiento fue descrito como “creíble” por el inspector detective Andrew Saunders, quien afirmó que la policía está segura de que se trata de Phillips y sus hijos, quienes no tienen custodia legal.
La policía inició una intensa operación de búsqueda en la zona después del avistamiento, comenzando patrullas el mismo jueves por la noche, aunque, a pesar de sus esfuerzos, no han vuelto a ver al grupo. Saunders expresó la determinación de las autoridades de localizar a los niños y garantizar su seguridad. “Estamos muy concentrados en el regreso seguro de Jayda, Maverick y Ember a su whanau (familia), y estamos haciendo todo lo posible para que eso suceda”, añadió el inspector.
La desaparición de Phillips y sus hijos en septiembre de 2021 activó una búsqueda masiva en su momento. La camioneta de Phillips fue encontrada abandonada en una playa, lo que desató una operación de búsqueda terrestre y marítima en la zona de Marokopa. Después de 19 días sin noticias, Phillips y sus hijos aparecieron en la casa de sus padres, asegurando que habían estado en un largo viaje de campamento. Fue acusado de malgastar el tiempo y los recursos de la policía, aunque no enfrentó más cargos en ese momento.
Sin embargo, menos de tres meses después de ese incidente, Phillips y los niños volvieron a desaparecer, y cuando no se presentó a una audiencia judicial programada en enero de 2022, se emitió una orden de arresto en su contra. Desde entonces, Phillips ha sido considerado fugitivo, y los niños no han tenido contacto con su madre desde su desaparición.
La madre de los niños, quien no los ha visto desde 2021, se mostró aliviada al saber que siguen con vida tras el reciente avistamiento. En una declaración al New Zealand Herald, expresó su alivio, señalando que lo más importante para ella es saber que sus hijos están bien. Julia, la madre de Phillips y abuela de los niños, también compartió su felicidad por haber recibido noticias de sus nietos y manifestó su deseo de que regresen a casa pronto. “Me encantaría que volvieran a casa”, comentó en una entrevista, esperanzada de que pronto puedan reunirse.
El caso ha captado la atención de la opinión pública en Nueva Zelanda, no solo por el tiempo prolongado en que la familia ha estado en fuga, sino también por las circunstancias inusuales que rodean la desaparición. Las autoridades continúan con la búsqueda intensiva, mientras la familia y el público esperan un desenlace que garantice la seguridad de los menores, quienes han pasado gran parte de su infancia alejados de su madre y de la vida cotidiana.
