Piden más de US$ 780.000 para liberar a Bua Noi, el orangután más triste del mundo que vive en un zoológico
Cada 19 de agosto se celebra el Día Mundial del Orangután, una fecha que pone de manifiesto la grave situación en la que se encuentran estos primates, cuya población total ha descendido drásticamente en las últimas décadas, lo mismo que ocurre con los gorilas. Y en estos días, el caso de un ejemplar de esta última especia que vive encerrado hace más de 30 años en un shopping de Tailandia ha puesto nuevamente el tema sobre el tapete.
Es que en ese país asiático los defensores de los animales están luchando para ver al “gorila más triste del mundo” liberado del cautiverio.
Las autoridades de Tailandia no logran liberar a un gorila anciano que ha estado en un zoológico en la azotea de un centro comercial durante 33 años, ya que el propietario se niega a vender el animal por menos de US$ 780.000.
El animal se llama Bua Noi, cuyo nombre significa «Pequeño Loto», un símbolo de pureza y fuerza en algunas culturas orientale, llegó al centro comercial Pata de Bangkok en 1990 cuando tenía un año y desde entonces ha estado encerrado en un recinto sucio.
El gobierno tailandés, el grupo de derechos de los animales PETA e incluso la cantante pop Cher han rogado al cuidador de Bua Noi que libere al animal desde 2015, con la esperanza de que muera en paz con otros gorilas.
Sin embargo, el propietario del zoológico de Pata Zoo supuestamente le dijo al ministro de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Tailandia, Varawut Silpa-archa, que solo liberaría a Bua Noi por 30 millones de baht tailandeses, alrededor de US$ 782.000 dólares estadounidenses.
Thanetpol Thanaboonyawat, secretario del Ministro de Recursos Naturales, dijo la semana pasada que el ministerio había estado organizando eventos de recaudación de fondos de caridad, pero no habían juntado suficiente dinero para satisfacer las demandas del propietario.
«Hemos realizado actividades en el pasado para hacer campaña por la liberación de Bua Noi y para recaudar fondos. Recolectamos donaciones de los seguidores de su causa, pero el problema es que el propietario se niega a venderlo, o cuando acepta pide demasiado dinero», dijo Thanaboonyawat a ViralPress.
Para las leyes tailandesas, Bua Noi se considera propiedad privada, por lo que no pueden hacer nada para sacárselo. Su dueño la compró en Alemania cuando tenía un año.