Por qué tenemos nuestras mejores ideas en la ducha: La ciencia detrás de la creatividad bajo el agua
La creatividad, definida como la capacidad de generar nuevas ideas, conceptos o soluciones, a menudo surge en momentos inesperados. Es probable que alguna vez hayas escuchado a alguien decir: “Se me ocurrió una idea genial mientras estaba en la ducha”, o incluso te haya pasado a vos mismo. Pero ¿por qué sucede esto?
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Virginia, publicado en la revista *Psychology of Aesthetics, Creativity, and the Arts*, exploró esta idea. La investigación, basada en la hipótesis propuesta por Irving Kaufman, sugiere que somos más creativos en la ducha que en el trabajo. La clave radica en encontrar un equilibrio entre el pensamiento lineal y las asociaciones aleatorias de la mente relajada.
El estudio dividió a los participantes en dos grupos. Un grupo fue expuesto a un video aburrido mientras pensaban en usos creativos para un ladrillo o un clip, y el otro grupo vio un video cautivador. Los resultados mostraron que las actividades aburridas generaban ideas, pero no necesariamente creativas. Por otro lado, los videos entretenidos, que demandaban más atención, tampoco promovían la creatividad. Curiosamente, los videos medianamente atractivos, que solo involucraban parcialmente al cerebro, fueron los que incitaron el mayor impulso de creatividad. En estos momentos, la mente se desconecta lo suficiente para permitir que el pensamiento creativo fluya.
Aunque el estudio no analiza directamente lo que ocurre en la ducha, los investigadores de la Universidad de Virginia tienen la intención de seguir estudiando la mente errante en contextos más realistas, como caminar por la ciudad, utilizando tecnologías como la realidad virtual.
Además, la neuróloga Alice Flaherty añade que la dopamina juega un papel crucial en la creatividad. Según un estudio realizado por Flaherty en 2005, las vías de dopamina del sistema límbico están activas durante actividades relajantes, lo que impulsa la creatividad en nuestro cerebro. Este es otro motivo por el cual las mejores ideas suelen surgir en entornos no convencionales, como la ducha.