Los hechos quedaron grabados por cámaras de seguridad de una empresa cercana, donde se ve cómo el sujeto se asegura que nadie lo observa para acercarse a donde el lomito reposaba tranquilamente.
De inmediato, el sujeto jala la cobijita en la que descansaba el perrito, despojándolo de su única pertenencia y dejándolo a su suerte, en medio de la lluvia y el frío.
Segundos después, el sujeto se retira tranquilamente con su botín, mientras el can se queda detrás de él, ladrando sin recibir ningún tipo de apoyo en la noche oscura de la ciudad.
