En Palmira, Real Cartagena tenía la obligación de conseguir la victoria. En el estadio Francisco Rivera, se jugaba una de las últimas oportunidades para mantener vivas sus aspiraciones de ascenso este año.
Así quedó el Real Cartagena en la tabla de reclasificación.
Con la mirada fija en el campo y los oídos atentos a lo que ocurriera en Villavicencio, donde Llaneros se enfrentaba al Quindío, así estaban los 500 hinchas del Real que llegaron a apoyar al equipo desde el primer minuto, en la sexta fecha de los cuadrangulares semifinales del Torneo de la Primera B.
Había varias combinaciones de resultados que podrían permitirle al Real Cartagena avanzar, ya sea como primero de su grupo o mantener su esperanza a través de la reclasificación. Sin embargo, lo más importante era ganar para depender lo menos posible de otros resultados.
Si Llaneros lograba la victoria en casa, la historia se terminaría para Real y el cupo a la final sería para los de Villavicencio. Y así fue: la lógica se cumplió y Llaneros ganó 4-2.
