Según estudio, comer delante de pantallas lleva al consumo compulsivo de alimentos ultraprocesados
¿Cuáles son las motivaciones que conducen a los adolescentes a decantarse por los ultraprocesados? ¿Qué influencia tiene en este consumo el tiempo que pasan delante de las pantallas? Estas son algunas de las preguntas que responde el estudio «Screen Time Use and Ultra-Processed Food Consumption in Adolescents: A Focus Group Qualitative Study», liderado por Mònica Rodríguez-Barniol, investigadora del FoodLab de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y médica
El objetivo del estudio ha sido explorar las motivaciones y percepciones de los adolescentessobre el consumo de alimentos ultraprocesados delante de las pantallas, por lo que se han recogido las opiniones de treinta adolescentes de entre doce y dieciséis años de un instituto de Vilanova i la Geltrú, que participaron en cuatro discusiones de grupo (focus groups).
Entendemos por ultraprocesados las preparaciones industriales comestibles elaboradas con ingredientes estabilizantes, potenciadores del gusto, colorantes, aromatizantes, emulsionantes, etc. Se trata de productos como refrescos, pizzas, zumos industriales, patatas fritas, bollería industrial, barritas, dulces y algunos precocinados, entre otros.
Las principales conclusiones son que hay una serie de factores determinantes que influyen en el consumo de este tipo de comida delante de las pantallas —ya sea del móvil o de otro dispositivo—: la soledad y los encuentros con los amigos son momentos en los que se aumenta su consumo.
También influyen su alta disponibilidad y el sabor agradable, además de los precios bajos que suelen tener estos productos. Otro factor que condiciona es la actitud de los padresrespecto a este tipo de alimentos.
«El consumo de ultraprocesados por parte de los adolescentes es muy elevado, y desde la perspectiva de salud pública es preocupante porque estos productos tienen efectos nocivos para la salud», explica Rodríguez.
Los momentos en que los comen más son durante el desayuno y la merienda, y principalmente consumen aperitivos salados, cereales azucarados, galletas y caramelos, que a menudo compran en tiendas próximas al instituto o encuentran en casa.
«La cantidad viene determinada por la disponibilidad y accesibilidad que hay de estos productos. La industria ha conseguido hacerlos muy deseables por su palatabilidad y bajo precio», explica.
El consumo de ultraprocesados se asocia a un incremento del sobrepeso y la obesidad, que son factores de riesgo importantes para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y cánceres, entre otros, además de tener efectos negativos en la salud mental de los jóvenes.