Sin categoría

Singapur aprueba 16 especies de insectos para el consumo humano en respuesta a la crisis alimentaria global

En un contexto de crisis alimentaria global marcada por conflictos, crisis económicas, el cambio climático y el aumento de los precios de los fertilizantes, Singapur ha tomado una medida innovadora para enfrentar el problema del hambre.

Este domingo 14 de julio de 2024, el gobierno de Singapur anunció la aprobación de 16 especies de insectos como seguras para el consumo humano. La decisión fue comunicada por la Agencia de Alimentos de Singapur (SFA), que busca diversificar las fuentes de proteínas disponibles en el país.

Entre las especies aprobadas se encuentran grillos, gusanos de harina, larvas de polilla y una especie de abeja, abarcando tanto insectos adultos como en diferentes etapas larvales. La SFA justifica esta medida argumentando que la industria de los insectos es «incipiente» y que los insectos representan una nueva alternativa alimentaria en Singapur.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha promovido durante años el consumo de insectos como una solución sostenible para mejorar la nutrición y reducir la contaminación. La FAO destaca que más de dos millones de personas en todo el mundo ya consumen insectos regularmente, lo que refleja un interés creciente en esta fuente de proteínas.

En Kenia, por ejemplo, un estudio reveló que más del 80% de los encuestados incorporan insectos en su dieta, siendo las termitas y las moscas de los lagos las más consumidas. Asimismo, en Tailandia, India, República Democrática del Congo y China, se consumen cientos de especies de insectos, y en países como Brasil, Japón y Camerún se cuentan al menos 100 especies comestibles.

En respuesta a la reciente aprobación, la cadena de restaurantes singapurense House of Seafood ya está preparando una oferta culinaria basada en insectos. El menú incluirá sushi con gusanos de seda, cangrejo con supergusanos y albóndigas cubiertas con grillos, entre otros platos innovadores.

Además de los insectos vivos y en diversas etapas de crecimiento, las nuevas directrices permiten la importación de productos como aceite de insectos, pasta cruda con insectos, chocolates y confites que contengan hasta un 20% de insectos, y larvas de abeja saladas y marinadas.

Este paso de Singapur hacia la aceptación del consumo de insectos se enmarca en una tendencia global hacia soluciones alimentarias sostenibles y podría ser un modelo a seguir para otros países enfrentados a desafíos similares en seguridad alimentaria.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba