Donald Trump hizo otro intento de acercarse a la comunidad de activos digitales el miércoles, invitando a sus seguidores a hamburguesas en un bar de Nueva York y pagando con Bitcoin.
Tras ser recibido con abucheos y gritos de “perdedor” a su llegada a PubKey, un abrevadero temático de Bitcoin cerca de la Universidad de Nueva York en Greenwich Village, el expresidente fue recibido con fuertes aplausos de una mezcla de entusiastas autoidentificados de Bitcoin y partidarios de Trump cuando entró en el bar poco iluminado.
“¿Quién quiere una hamburguesa?”, preguntó el candidato republicano a la presidencia, que ha estado cortejando a los criptoaficionados no solo para conseguir votos y donaciones para su campaña, sino también apoyo para un nuevo proyecto llamado World Liberty Financial que él y sus hijos han estado promoviendo.
Trump gastó US$998,70 en unas docenas de hamburguesas, según Drew Armstrong, cofundador de PubKey.
El candidato republicano pagó la comida utilizando una aplicación de pagos llamada Strike, que está construida sobre la red Lightning. El bar utilizó la aplicación Zaprite para recibir el Bitcoin, la mayor y más antigua criptodivisa que aún no ha cumplido su promesa como medio de intercambio común para las transacciones. Las Diet Cokes fueron cortesía de la casa.
«Bitcoin está sucediendo de verdad», dijo Trump.
La parada en camino a un mitin en Long Island marca el último esfuerzo de Trump para conseguir apoyo entre los poseedores de la criptodivisa, que ha ganado más aceptación general este año a pesar de una larga historia de estafas y escándalos.
En julio, Trump pronunció el discurso principal en la conferencia Bitcoin 2024 en Nashville, prometiendo nombrar reguladores favorables a las criptodivisas y crear una reserva estratégica nacional de Bitcoin si vuelve a la Casa Blanca.
El lunes por la noche, encabezó una retransmisión en directo en la aplicación de medios sociales X para develar World Liberty Financial, que se anuncia como un criptoproyecto de finanzas descentralizadas destinado a competir con los bancos tradicionales.
