Era una creadora de contenido de éxito. Ruby Franke, la autodenominada «mamá bloguera» de Utah, poseedora de un canal de consejos para padres con 2,3 millones de seguidores, fue detenida junto a su socia, Jodi Hildebrandt, acusadas de un abuso de menores.
El caso es una paradoja continua. Franke, de 42 años y madre de seis hijos, ofrecía en su popular canal consejos de crianza junto a su marido para padres mientras en secreto, torturaba a uno de ellos, que se acabó escapando, demacrado, para acabar relatando abusos físicos y mentales.
La youtuber, cuyo espacio virtual ya ha cerrado, se derrumbó ante el tribunal que la juzgaba, al ser condenada a varias décadas de prisión por maltrato infantil.
Tras ser declarada culpable en un juicio llevado a cabo en el estado de Utah, queda a la espera de que la Junta de Indultos y Libertad Condicional dictamine el tiempo exacto de la condena después de que el tribunal le haya impuesto una pena de entre 1 y 15 años de cárcel por cada uno de sus delitos, a ser cumplidos de manera consecutiva.
Todos ellos suman 60 años, que quedarían reducidos a 30 por las leyes del propio estado de Utah sobre penas consecutivas.
La ‘youtuber’ fue detenida en septiembre tras las acusaciones de uno de sus seis hijos, de 12 años de edad, que tras escaparse de la casa de su socia en el negocio, pidió ayuda a sus vecinos para llamar a la policía.
Las autoridades encontraron en el domicilio de Hildebrandt a otro menor de 10 años con evidentes signos de malnutrición. Ambos menores presentaban marcas de haber sido atados. Franke, por su parte, reconoció ante el tribunal, según el medio People, que había propinado patadas a su hijo y que incluso le llegó a ahogar en un barreño de agua hasta que no pudo respirar más.
