Según expertos, la edad recomendada para el primer celular para niños es a los 12 años
En la actualidad, el mundo tecnológico sigue expandiendo sus fronteras, y un fenómeno notable es la creciente inclusión de los niños en el ámbito digital. Cada vez más jóvenes están accediendo a celulares, tablets y otros dispositivos tecnológicos a edades cada vez más tempranas, marcando un cambio significativo en el patrón de uso de estas herramientas.
Cecilia González, psicóloga especializada en infancia y adolescencia, señala que “durante la pandemia y el auge del aprendizaje en línea, los niños menores de 10 años tuvieron su primer contacto con dispositivos móviles y acceso a internet. Este acceso se dio inicialmente en un contexto académico que, a diferencia de los jóvenes de generaciones anteriores, ofreció una estructura y reglas más claras.”
Las asociaciones de padres generalmente recomiendan que los niños obtengan su primer celular a partir de los nueve años, mientras que la participación en redes sociales debería comenzar a los 14 años bajo estricta supervisión de los adultos.
Blanca Cecilia Valenzuela, miembro del grupo de protección regional del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), advierte que “las nuevas tecnologías son una parte integral de la vida moderna, pero no deben sustituir el tiempo de calidad con la familia. Los dispositivos no deberían ser considerados juguetes, y su uso, junto con el acceso a redes sociales, debe ser gestionado por adultos responsables para prevenir riesgos como el acoso virtual o la exposición a cibercrímenes.”
Las políticas nacionales están orientadas a proteger a los menores de riesgos asociados con el entorno digital. Uno de los objetivos es prevenir el abuso sexual en línea y combatir la adicción a los dispositivos electrónicos. En este contexto, Francisco Barbosa Delgado, fiscal general de la Nación, ha anunciado el fortalecimiento de un equipo especializado para abordar delitos sexuales en instituciones educativas, en respuesta a recientes escándalos de ciberacoso.
Por otro lado, Sheila Ortiz González, analista de UX research en Pragma, ofrece una perspectiva positiva: “Con una adecuada supervisión adulta y una selección cuidadosa del contenido, los dispositivos pueden convertirse en herramientas valiosas de aprendizaje y desarrollo desde los 18 meses. Es crucial que el uso sea activo, supervisado, y limitado en el tiempo para evitar impactos negativos.”
Desde el fin de las restricciones por COVID-19, los expertos observan que los padres han reemplazado los momentos de juego y socialización con dispositivos electrónicos, lo que en muchos casos ha llevado a adicciones digitales y problemas en el rendimiento escolar.
Claudia Bravo, trabajadora social, enfatiza que “aunque las tecnologías pueden ser útiles, su uso excesivo puede ser perjudicial. Los grupos pediátricos sugieren que el primer contacto con dispositivos tecnológicos se limite a 30-60 minutos diarios a partir de los cinco años.”
Este cambio en el panorama tecnológico subraya la necesidad de un equilibrio entre el uso de dispositivos digitales y el tiempo dedicado a actividades familiares y recreativas.
