El Índice Big Mac de The Economist, un pionero en la lectura de la economía mundial: conozca el por qué

¿Usted recuerda cuánto le costó su última Big Mac? Esta hamburguesa de McDonald’s es uno de los productos más reconocidos de la marca de los arcos y también sirve de punto de inicio para el ejercicio de los índices económicos y su lectura.
Esta acogida global del platillo es la base para que la revista The Economist elaborara su popular Índice Big Mac, el cual ofrece una lectura simple para el grueso de la población, sobre una serie de importantes aspectos macroeconómicos, como por ejemplo, el costo de vida y la fortaleza o no de una moneda particular frente a la cotización del dólar.
Andrés Langebaek, director de Estudios Económicos de Grupo Bolívar, explicó que este índice se creó en 1986 con la finalidad de evaluar el poder adquisitivo entre diferentes países.
“Muchas veces se realizan, erróneamente, comparaciones simples dividiendo el producto o ingreso de un país por el tamaño de su población, entonces se dice que Colombia tiene un ingreso promedio de US$6.000 al año en tanto que EE.UU. tiene uno de US$18.000 al año”, dijo el experto.
El economista aseguró que este tipo de mediciones, usadas en el ejemplo, no tienen en cuenta que el poder adquisitivo de un dólar en cada país.
“Un almuerzo por fuera del hogar puede costar $12.000 en Bogotá, cerca de US$3, pero este mismo plato puede valer US$35 en Nueva York. De esta forma, el diferencial de ingreso se reduce cuando se compara el “poder de compra” de un dólar en Bogotá con el poder de compra de un dólar en la economía del norte”, puntualizó el economista.
Y en este punto es dónde llega una propuesta como el índice Big Mac de The Economist, que, tal como explicó Julio Romero, economista jefe de investigaciones económicas de Corficolombiana, busca medir el precio en dólares de esta hamburguesa en diferentes países, para establecer cuál es el costo de vida en relativo entre las naciones, y también si la moneda de esos países está sobrevalorada o subvalorada respecto al dólar estadounidense.
En sí, la propuesta de la editorial está respaldada por el modelo de la teoría de la paridad del poder adquisitivo, PPA, en la cual se plantea que un dólar de esta medición debe tener la misma capacidad de compra en cualquier lado.
Es decir, “en el largo plazo las tasas de cambio de dos países o más deben ajustarse y por lo tanto el costo de una misma canasta, en este caso la hamburguesa Big Mac, debe igualarse en este lapso”, dijo Juan Camilo Pardo, analista económico.