A 40 años de su estreno, el director de Gremlins contó como iba a ser la versión original

La década de los 80 fue una de las más importantes de la historia del cine, no solo porque marcó el fin del cine moderno, sino porque dio inicio a una tendencia que revolucionó por completo a la industria: los blockbusters.
Este término abarca todas aquellas producciones que se convierten en éxitos de taquilla y luego dan pie a una saga o franquicia.
Particularmente la década de los 80 estuvo marcado por muchos estreno de lo más significativos para el cine, y uno de los más icónicos fue el de Gremlins, la cinta de fantasía, terror y comedia de 1984 dirigida por Joe Dante y protagonizada por Zach Galligan, Phoebe Cates, Hoyt Axton y Polly Holiday, entre otros.
mbientada en Navidad, la historia nos traslada al pequeño pueblo de Kingston Falls, donde conocemos a Billy Peltzer, un adolescente que recibe como regalo una inusual mascota.
Sin embargo, esta no es una criatura cualquiera, y de ella surgen criaturas destructivas que empiezan a causar el caos en el pueblo.
Gremlins se convirtió en una de las primeras películas que tuvo a Steven Spielberg en el rol de productor ejecutivo.
Y si bien previamente se había colocado detrás de otras producciones, fue esta la primera en convertirse en un éxito, y que luego le permitiría embarcarse en otras películas como Volver al futuro, Hogar dulce hogar y ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, entre muchas otras.
“Originalmente era mucho más violenta, lo cual para nosotros estaba bien, pero era virtualmente imposible producirla con la tecnología de aquel entonces” expresó Joe Dante en diálogo con Total Film Magazine.
“Era horrible. Le cortaban la cabeza a la madre de Billy y terminaba rodando por las escaleras, y los Gremlins se comían al perro.”
A su vez, el cineasta de 77 años reveló que en un principio, el estudio productor (Warner Bros.) no estaba muy convencido de la idea, y fue gracias al impulso de Spielberg que la idea terminó llegando a la pantalla.
Además, confesó que la falta de tecnología les hizo replantearse muchas escenas, pues muchas de las ideas simplemente eran imposible de concretarse.