Arquera de un club de fútbol femenino en Polonia resultó ser un hombre buscado por la Justicia
La portera de un equipo de fútbol femenino en Polonia fue descubierta como un hombre con un extenso historial delictivo buscado por la justicia. Según medios locales, este astuto criminal, conocido como Andrzej y Joanna, llevaba años cometiendo fraudes utilizando ambas identidades.
Este individuo, de 55 años, fue arrestado el 24 de febrero y desde entonces permanece encarcelado en Gdansk, cumpliendo una condena de dos años y cuatro meses.
Las actividades delictivas de Andrzej salieron a la luz por primera vez en octubre de 2014, cuando se descubrió que se hacía pasar por empresarios, abogados y otros profesionales para estafar a sus víctimas.
Antes de su carrera delictiva, a principios de los años 2000, Andrzej trabajaba como policía en Wrocław. Posteriormente, se sometió a dos procedimientos de reasignación de género: se convirtió en Joanna en 2006 y luego volvió a ser hombre en 2013. En cada oportunidad, recibió nuevos documentos de identidad, los cuales conservó ilegalmente para utilizarlos en sus esquemas fraudulentos, reporta el portal Notes from Poland.
Como Joanna, y sin tener estudios universitarios, abrió un despacho de abogados. En 2010, uno de sus empleados la denunció por no pagar las contribuciones al seguro social, lo que resultó en una multa. Más tarde, se convirtió en directora de un hotel en Ostrowiec, donde acumuló deudas y desapareció sin pagar al propietario. El caso fue llevado a la Fiscalía, según el medio Trojmiasto.
En paralelo, creó una oficina jurídica con sede en Londres, estafando a las víctimas del escándalo Amber Gold, el mayor esquema piramidal de Polonia. En 2013, tras cambiar de género nuevamente y volver a llamarse Andrzej con un apellido adulterado, gestionó diversas fundaciones y recibió un premio por su supuesta ayuda a niños.
Andrzej era buscado por la justicia debido a una sentencia de dos años y cuatro meses por fraude y violación de los derechos de los empleados, relacionados con su gestión en el hotel de Ostrowiec. Para evitar ser capturado, se unió a un equipo femenino de fútbol en Gdynia, donde jugó como guardameta durante ocho meses, a pesar de ser legalmente un hombre.
Joanna aseguró a Mateusz Bieszke, presidente del club, que tenía experiencia como portera en divisiones superiores y ofreció ayuda en la administración del equipo sin cobrar un sueldo. Sin embargo, Bieszke comenzó a sospechar cuando Joanna mencionó ser financiera y dirigir una fundación, además de recibir una llamada desde el número de Joanna de un hombre que se presentó como Andrzej.
Bieszke decidió investigar en Internet y descubrió que Joanna era un estafador condenado y buscado con una orden de arresto. Alertó a las autoridades, y ahora Andrzej se encuentra en una prisión masculina, enfrentando nuevos procesos judiciales.
