Bélgica prohíbe la tenencia de delfines en cautiverio, marcando un hito mundial
Bélgica se ha convertido en el séptimo país del mundo y el cuarto de Europa en prohibir permanentemente la tenencia de delfines en cautiverio. Esta medida histórica pone fin a décadas de explotación de estos mamíferos marinos, considerados entre los más inteligentes del planeta.
El último delfinario del país, Boudewijn Seapark, en Brujas, deberá cerrar sus instalaciones a más tardar en 2037, según anunció el ministro de Bienestar Animal, Ben Weyts. Esta decisión responde a las crecientes preocupaciones sobre el bienestar de los delfines en entornos artificiales que no pueden replicar la libertad y complejidad de su vida en el océano.
En su hábitat natural, los delfines recorren grandes distancias y establecen redes sociales complejas. Sin embargo, en cautiverio, el estrés, la falta de estimulación mental y las condiciones restrictivas los exponen a problemas de salud, como úlceras, infecciones y trastornos de comportamiento.
Organizaciones defensoras de los derechos de los animales celebraron este logro, resultado de años de campañas para visibilizar las condiciones adversas de los delfines en tanques. Esta decisión coloca a Bélgica como un referente global en la lucha por la conservación marina y los derechos de los animales.
La medida belga establece un precedente importante que podría inspirar a otros países a seguir su ejemplo, marcando un camino hacia un futuro más ético y consciente en el trato a los animales.