Buena noticia: 57 trabajadores que usaban burritos y caballos en carretas recibieron motocarros
Con la entrega de 57 motocarros a igual número de beneficiarios del proyecto de sustitución de vehículos de tracción animal (VTA), Cartagena dio un paso significativo en la erradicación del maltrato animal.
En un acto realizado en el Camellón de los Mártires, se hizo entrega de los vehículos que forman parte del programa Ruedas de Cambio que lidera la Alcaldía Mayor de Cartagena, a través del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte, DATT, con el acompañamiento integral de la Umata.
Fue un acto lleno de mucha alegría y de buenos deseos por el futuro de estos beneficiarios que cambian su estilo de vida y de trabajo, al dejar sus carretas, caballos y burros, por un motocarguero.
Previamente fueron capacitados para tener licencia de conducción y cumplir con las normas de tránsito. Ahora son ciudadanos con deberes en la vía que deben circular de manera segura. Pero, principalmente, personas con nuevos proyectos de vida.
Cada motocarro está integrado por una motocicleta con un cilindraje de 200 centímetros cúbicos y un platón abatible que tiene una capacitad de transporte de 750 kilos.
El director del DATT, José Ricaurte, resaltó “el interés de cada uno de los beneficiarios del proyecto en transformar su estilo de vida y de trabajo, y cumplir cada fase del proceso que termina hoy con la entrega del motocarro para que inicien su nuevo modelo de negocio”.
Wiltom Gómez Blanco tiene 44 años. Es padre de 2 hijos y lleva 30 años ejerciendo como carromulero. Dice que la motocarro se llamará como el burro que entregó en sustitución: Salvador.
«Me siento alegre y nostálgico, porque el animal era como un miembro de la familia. Pero este es un cambio, esto es excelente, ahora a ahorrar y crecer», afirma Gómez.
José Antonio Matos está muy feliz por este vehículo. Asistió al evento acompañado de su mamá, Ludis María Barboza, quien no se quiso perder ese momento en el que su hijo habló en nombre de su gremio para agradecer por el motocarro.
«No me imaginaba la motocicleta así, y no tengo palabras al ver la alegría de mis compañeros. Estoy muy agradecido con Dios”, dijo Matos.