Los perros se alimentan de leche materna desde que nacen hasta aproximadamente el mes de vida. Por ello, se tiende a pensar que la leche seguirá siendo beneficiosa para ellos ya en edades adultas pero, ¿les sienta verdaderamente bien?
Te explicamos en este artículo los beneficios de la leche para los perros, así como en qué ocasiones puede ser dañina tanto en su edad adulta como al ser cachorros, y las posibles alternativas a ella, además de cómo saber si tu perro es intolerante a la lactosa o, incluso, alérgico a ella.
¿Los perros adultos pueden tomar leche?
La respuesta corta es que no pueden digerir bien la leche, por lo que no deberían tomarla. Pero vamos a explicarte el motivo.
La lactasa es una enzima producida en el intestino delgado que se sintetiza durante la etapa de lactancia en los mamíferos y que es la encargada de digerir correctamente la lactosa de la leche. A medida que crecen los mamíferos, esta enzima va desapareciendo, lo que hace que no se pueda digerir bien la lactosa y provoque malas digestiones. Esto ocurre en todos los mamíferos, incluidos los perros.
Esto es lo que se conoce como intolerancia a la lactosa, y es muy probable que la pueda tener tu perro. Los humanos han conseguido evolucionar de tal manera que la producción de lactasa continua a lo largo de nuestra vida, a raíz de nuestra relación histórica con el pastoreo y ordeño de las vacas, algo que no han conseguido los perros. Es cierto que existe un rango de tolerancia de mayor a menor según la raza y las peculiaridades genéticas del perros.
Síntomas de intolerancia a la leche en los perros
- Vómitos.
- Dolor abdominal.
- Diarrea.
- Inflamación abdominal.
- Gases.
- Flatulencias.
