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Conozca la historia de los argentinos que emigraron dos veces hasta que encontraron su destino de ensueño

Ellos deseaban conocer nuevos lugares, adquirir nuevas experiencias y trabajar de lo que les apasiona. Lo que no se imaginaban era que dos años después iban a estar cumpliendo sus sueños.

“Viajar fue la mejor decisión de nuestras vidas, encontramos nuestro propósito y con él la felicidad”, cuenta Agostina Ferroni, una argentina que dio un giro a 180 grados.

La joven de 25 años -oriunda de la Provincia de Tucumán- tomó la decisión de emigrar a Estados Unidos junto a su pareja Exequiel Molina en 2021, cansada de la inseguridad y la situación económica de su país.
“A pesar de que extrañamos mucho a la familia, valió la pena y no nos arrepentimos de nuestra elección”, menciona Agostina en una entrevista con Clarín.

Agostina, estudiante de Psicología, y su pareja solían vivir en San Miguel de Tucumán. Lo llamativo fue que Exequiel era hermano de una amiga de la joven y desde el momento en que se conocieron fueron inseparables. “Estamos en pareja desde el año 2016 y hoy en día seguimos juntos”, afirma el tucumano.

“Siempre tuvimos ganas de vivir en el exterior, pero no sabíamos en qué momento ocurriría”, agrega Exequiel, quien es licenciado en Ciencias de la Comunicación.
Al cabo de un tiempo, la joven argentina consiguió empleo en una librería de la ciudad y él empezó a trabajar en una empresa familiar de productos agroquímicos, pero no se sentían conformes con sus puestos.

El mercado laboral no estaba abasteciendo lo que la pareja esperaba y la inseguridad aumentaba en su provincia, lo que detonó la alternativa de dejar Argentina en busca de un futuro diferente.

A raíz de esto, con una mezcla de emociones, se marcharon de su país en diciembre de 2021 y empezaron de cero en un lugar desconocido. “Nos fuimos con la esperanza de recorrer el mundo y elegir un destino para asentarnos. Tuvimos la posibilidad de sacar una Visa Working Holiday y emprender viaje”, explica Agostina.
“Le dijimos a nuestros padres que nos íbamos por un año para que no sufran, pero sabíamos que no teníamos fecha de retorno”, añade la joven.

El primer destino elegido fue Estados Unidos, un sitio que cuenta con una inmensa comunidad hispanohablante. “Al llegar a Miami, no experimentamos el choque cultural del que todos comentan porque muchas personas hablan español. De hecho, sentimos que era nuestra segunda casa”, aclara con emoción Agostina.

Durante su estadía allá, comenzaron un proyecto en las redes sociales que con el tiempo fue ganando popularidad. Crearon una cuenta en Instagram llamada “Bro novios” -que mantienen hasta el día de hoy- en la cual comparten consejos acerca de la vida en el exterior, con el objetivo de que las personas tengan una experiencia más agradable.

“Fue la ocasión perfecta para crear contenido, algo que deseábamos hace mucho tiempo”, explaya la joven argentina.

Unos meses después, a pesar de haber disfrutado al máximo el país de las oportunidades, partieron rumbo a Australia donde los esperaba un cambio radical. Arribaron a una de las ciudades más multiculturales del mundo, donde el inglés es el idioma principal.

“Una vez que llegamos a Melbourne (NdR: ciudad ubicada en la costa sureste de Oceanía) empezamos a extrañar a los argentinos. Principalmente, porque somos minoría acá y manejamos una cultura muy diferente a la suya”, asevera Exequiel.

Sin embargo, este país ubicado a miles de kilómetros de distancia de su antiguo hogar, les ofreció numerosas oportunidades para cumplir sus objetivos. “Hay muchas opciones laborales, llegás y te das cuenta de que si uno quiere vivir cómodo, este destino es ideal”, dice Agostina.
“Una labor de 25 horas semanales aproximadamente te permite pagar tus gastos como el alojamiento, la comida y, además, podés ahorrar dinero. Es increíble, nos podemos dar nuestros gustos sin privarnos de nada”, explaya la argentina.

En la actualidad, a la par de sus empleos en el sector gastronómico, mantienen el manejo de sus redes sociales que les implica un ingreso adicional. A su vez, proyectan un sitio web a futuro para potenciar su visibilidad en las plataformas digitales.

“Somos muy felices, encontramos nuestro propósito que es ayudar a los demás y planeamos dedicarnos al 100% a crear contenido y convertirnos en nuestros propios jefes. Emigrar fue para nosotros volver a nacer y descubrir que los sueños si son posibles”, asegura con alegría Agostina.

 

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