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Demandó a un motel tras cansarse de no poder dormir por los ruidos molestos del s3x0 ajeno

Jorge Ruiz, un hombre de 65 años, ganó un juicio contra un hotel alojamiento en La Plata, después de soportar más de una década de ruidos molestos provenientes del lavadero industrial y las habitaciones del establecimiento. Los ruidos constantes de las máquinas, los sonidos de las relaciones s3xu4l4s y la basura acumulada en su patio hicieron su vida insostenible. A pesar de los consejos de mudarse, Jorge decidió luchar por su derecho a vivir en paz en su hogar.

El conflicto comenzó en 2008 cuando Jorge se mudó a una vivienda que compartía una medianera con el hotel. Los lavados de sábanas eran constantes, con ruidos de centrifugadoras industriales funcionando día y noche, mientras que desde las habitaciones llegaban sonidos de todo tipo. La situación afectó tanto su salud mental como física, causándole insomnio y estrés.

Finalmente, en 2018, tras un juicio de dos años, la justicia falló a su favor, otorgándole una indemnización de 700.000 pesos y ordenando al hotel reubicar su lavadero. La clave fue la prueba de un ingeniero que demostró, con un decibelímetro, que los niveles de ruido superaban los límites permitidos.

Aunque el hotel sigue siendo su vecino, Jorge ha encontrado algo de tranquilidad tras la reubicación del lavadero y su mudanza dentro de la misma propiedad. «La convivencia ahora es ‘hola’ y ‘chau’, y con eso me basta», concluye.

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