Columnista

El fatal resultado de la improvisación

Por: Óscar Borja

Abogado, especialista en Derecho Constitucional 

Las buenas intenciones no son suficientes cuando de ejercer cargos públicos se trata. El candidato a servidor público debe estar preparado y conocer a profundidad la constitución política, las leyes y decretos inherentes al cargo a desempeñar. De igual manera, debe estar acompañado por un grupo de asesores que, con su conocimiento y experticia, impidan que el funcionario incurra en errores.

El compromiso del servidor es constante; el estudio y la preparación no se pueden detener durante el ejercicio del cargo. Los retóricos discursos de anticorrupción se vuelven inútiles cuando lo que realmente necesita la administraciónson hechos y no dichos. Si los principios básicos no son tenidos en cuenta, el resultado es y será un verdadero desastre.

Da vergüenza que la mayoría de los decretos promulgados por el gobierno de IVAN DUQUE MÁRQUEZ durante la emergencia sanitaria Covid-19, fueran “tumbados” por la Honorable Corte Constitucional. ¿Qué le pasó a los ministros y a los asesores del gobierno?, ¿Por qué no han intervenido para evitar todo este camino de errores? Si esto ocurre a nivel central en las más altas esferas del gobierno, imaginemos lo que acontece en municipios y en otras entidades.  

La administración pública no puede ser el escenario para que los funcionarios lleguen a aprender. A los cargos públicos se llega con preparación académica y con experiencia, de lo contrario el resultado es catastróficoDesconocer los principios básicos en temas de contrataciónestatal, actos administrativos, finanzas públicas, se convierten en un peligro para la seguridad jurídica y patrimonial de los municipios, distritos, departamentos y del gobierno nacional.

Estamos acostumbrados a asumir los errores de quienes no se pueden equivocar. Basta con observar la crisis política, social y económica que desató la presentación de una reforma tributaria por parte del Ministro de HaciendaReforma que terminó incendiando el país, con la renuncia del ministro, tragedias, protestas, paros, bloqueos, muerte y absoluto descontrol.

La improvisación en el manejo de lo público en nuestras localidades, parte desde la formulación de proyectos, hasta la ejecución de contratos. La proclamación de actos administrativos y decretos, muestran que los funcionarios llegan desempeñar sus cargos sin el más mínimo conocimiento requerido para asumir con excelencia sus funciones, situación que no podemos seguir permitiendo y menos conociendo el desastre y fatal resultado de la improvisación.

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