El gobierno nacional está evaluando la implementación de una medida que podría cambiar el panorama de los establecimientos gastronómicos en Argentina. Según fuentes cercanas al Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, se está considerando hacer obligatoria la inclusión de propina en la cuenta final de los consumidores en bares y restaurantes.
Esta iniciativa, que busca mejorar los salarios de los mozos, ha sido promovida por líderes sindicales como Luis Barrionuevo, de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos.
El presidente Javier Milei podría firmar un decreto que establezca esta medida como parte de un esfuerzo por regularizar las propinas y resolver los problemas relacionados con la falta de efectivo, que a menudo afecta a los trabajadores del sector.
Anteriormente, en 2019, Barrionuevo había propuesto que la propina se incluyera oficialmente en las facturas, con un porcentaje del 14%, 16% o 18% dependiendo de la categoría y facturación del establecimiento.
Además, en el Senado se había presentado un proyecto de ley por los legisladores Liliana Negre de Alonso y Adolfo Rodríguez Saá, que proponía establecer una propina obligatoria del 10%, asegurando que los trabajadores no vean disminuidos sus ingresos por este concepto según los convenios colectivos.
En Argentina, aunque la propina no es obligatoria, es común dejar alrededor del 10% del total de la cuenta como gesto de aprecio por el servicio recibido. En otros países como Brasil, la propina se incluye automáticamente bajo el concepto de «servicio», mientras que en Francia suele estar incluido (service compris) aunque también es habitual dejar un extra por un servicio excepcional.
En contraste, en Estados Unidos, aunque la propina no es obligatoria, culturalmente se espera dejar entre un 15% y 20% del total del consumo en la mayoría de los restaurantes, con algunas aplicando una propina automática para grupos grandes.
