Investigadores encuentran los grabados rupestres más grandes e impactantes del mundo en el río Orinoco
Investigadores han documentado una serie de monumentales grabados de serpientes a lo largo del río Orinoco en Sudamérica. Estas obras de arte rupestre, algunas de las cuales superan los 40 metros de longitud, no solo representan un enigma artístico, sino que también se vinculan profundamente con los mitos cosmogónicos indígenas y las prácticas culturales precolombinas.
El arte rupestre del Orinoco Medio y Superior destaca por ser uno de los más impresionantes y enigmáticos del mundo. Según el estudio liderado por Philip Riris y sus colegas, estos grabados, particularmente los de serpientes gigantes, ocupan lugares prominentes en el paisaje, visibles desde grandes distancias.
Los investigadores sugieren que estos grabados servían como puntos de referencia físicos para los mitos cosmogónicos indígenas, actuando como marcas de delimitación fronteriza a lo largo de los ríos en las tierras bajas de Sudamérica.
El río Orinoco es un punto de convergencia cultural en el norte de Sudamérica, desempeñando un papel crucial en la estructuración del contacto cultural, el intercambio y la interacción.
La reciente investigación ha revitalizado el interés en el arte precolombino de esta región, explorando su papel en la ocupación temprana de América, las conexiones entre los mitos indígenas y la producción artística, así como el conocimiento ecológico histórico que este arte puede encarnar.
Los paneles de arte rupestre monumental, que solo se encuentran en el Orinoco Medio y Superior, y donde los motivos individuales a menudo superan los 10 metros cuadrados, han sido conocidos por más de un siglo.
Viajeros que recorrían el río Orinoco desde el siglo XVIII informaron de la presencia de misteriosos grabados rupestres de serpientes que coronaban cumbres rocosas. Ahora, el primer estudio sistemático ha cartografiado 13 de estos yacimientos con grandes grabados.
Estos grabados se producen al frotar las superficies de granito teñidas de negro por biopelículas de cianobacterias, exponiendo la roca más clara subyacente. Pese a ser extremadamente superficiales, son visibles desde varios cientos de metros debido a su tamaño, ubicación prominente y contraste de colores.
Las serpientes gigantes son el motivo monumental más extendido, apareciendo en la mayoría de los sitios monumentales, con patrones iconográficos consistentes que sugieren una comprensión compartida de su rol y función. Los grabados de serpientes, típicamente de decenas de metros de longitud, son desproporcionadamente grandes y se colocan en el centro de los paneles, indicando su importancia central en las escenas representadas.
Los mitos cosmogónicos de los pueblos indígenas de América del Sur, especialmente de las sociedades de habla arawak, a menudo incluyen serpientes gigantes como figuras centrales. Estas serpientes se ven como guardianes y transformadores del paisaje, vinculando las creencias cosmológicas con la geografía física.
La consistencia en la representación de las serpientes sugiere una convención iconográfica compartida que podría apuntar a un entendimiento común de su rol en la memoria y la cultura indígena. Además, la orientación de estos paneles hacia el río Orinoco sugiere un significado simbólico profundo, posiblemente relacionado con la navegación y los viajes ceremoniales en el río, que eran temas recurrentes en los mitos indígenas.